miércoles, 17 de agosto de 2022

"MASÍA DELS LLIVIS, TRES ASESINATOS EN MORELLA POR EL ASALTO Y ROBO AL RECAUDADOR DE LAS CONTRIBUCIONES, AÑO 1882".

GENTES, COSTUMBRES, FOLKCLORE, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN:

EN HOMENAJE A MI TIERRA Y A MI PAÍS....

Por: JUAN E. PRADES BEL,  autor del proyecto: “ESPIGOLANT CULTURA”: Taller de historia, memorias, crónicas, patrimonios y humanidades.

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

(Temáticas): HISTORIAS DE LADRONES, BANDIDOS, GUERRILLEROS Y BANDOLEROS FUERA DE LA LEY ACECHANDO POR LOS CAMINOS DE LOS PUERTOS Y EL MAESTRAZGO. 

"MORELLA, AÑO 1882: UNOS BANDOLEROS CAUSAN TRES CRIMENES EN LAS CERCANÍAS DE LA MASÍA DELS LLIVIS, AL ASALTAR AL RECAUDADOR DE LAS CONTRIBUCIONES Y A SUS ESCOLTAS".

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL. ("Las historias escritas que me acompañan, me ayudan a pensar, a imaginar, a vivir, y a experimentar un mundo de vidas muy diferentes a la mía". J.E.P.B.).

INTRODUCCIÓN: Descripción de una grave fechoría criminal protagonizada por una banda de bandoleros dedicados al pillaje y al asalto, que aterraban a las gentes de la comarca con solo saber de su presencia en el territorio, este tipo de gentes fuera de la ley acechaban el paso de los carros y las diligencias para atracarlas a su paso por los caminos de las comarcas de Los Puertos de Morella y el Maestrazgo. 

- Los asesinatos que describo se produjeron entre la Masía del Llivis y la Masía del Racó, la descripción reporta ser en lugar próximo a la intersección y cruce del camino de Ares actual GR-7, y el camino de la Serra dels Llivis, lugar distante unos 800 metros de las casas de la Masía dels Llivis.

- Los cuerpos de los difuntos se trasladaron a la ermita de Sant Pere dels Llivis, donde se instaló la capilla ardiente.

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL:

(Documento N.º 1, fechado en el año 1882):

(Crónica de Cataluña (Ed. de la tarde). 28/11/1882, página 3). 

- "De Las Provincias de Valencia, del domingo: 

- “Cartas noticias recibidas de Morella nos permiten dar nuevos detalles del horrible crimen en aquellas montañas cometido, del que ayer dábamos cuenta. El hecho ocurrió entre las masías del Llivis y del Racó, en un camino ancho, cubierto de grandes losas y cerrado por dos altas paredes. Detrás de estas estaban los criminales, que, según todos los indicios, no eran más que dos, con la cara tiznada de almagro, la cabeza, cubierta con gorros encarnados de forma parecida los que antes se usaban en esta huerta. Los dos primeros disparos fueron dirigidos contra el recaudador de contribuciones señor Doménech el guardia Antonio Andrés Martí, hijo de Morella, qué iban delante, y que cayeron mortalmente heridos, y debieron morir casi instantáneamente. 

Los bagajeros huyeron abandonando los bagajes, y el otro guardia Jacinto Querol Gabaldá, natural de Rosell, se defendió valientemente, disparando todos los cartuchos, quince tiros, hasta que cayó atravesado por una bala. En aquel momento llegó el peatón conductor de la correspondencia de Villafranca, que ignoraba lo ocurrido, y creía que los disparos eran de cazadores. Al verle, el guardia Querol, aún pudo incorporarse, y le rogó que salvase las caballerías con el dinero, lo que no pudo ni intentar, pues una descarga de uno de los enmascarados que se asomó tras de la pared, le hirió en un brazo y le hizo huir aterrado. 

- Los ladrones huyeron entonces con las caballerías cargadas de dinero, que ascendía a unos tres mil duros, producto de la recaudación de las contribuciones de Villafranca, Ares, Portell y Castellfort, en dirección a los bosques del Campello, y poco después parece que se reunían ya los masoveros para seguirles la pista. La noticia llegó a Morella por los aterrados bagajeros. Al momento el sargento Muñoz comandante del puesto de la guardia civil, partió con algunas parejas, y poco después el Juzgado de primera instancia, el capitán del cuerpo señor Cabezas, y algunas fuerzas del batallón de cazadores de Alba de Tormes marcharon hacia el sitio de la ocurrencia. 

- El jueves por la mañana se levantó un someten en Morella, compuesto de todos los vecinos de 20 á 50 años, y que sumaba más de 400 hombres, que recorrió los barrancos de Vallivana y Ballibona, y que en una masía del término de Castellfort encontraron enterrada en un campo la cantidad robada en calderilla. 

- No se desconfiaba de encontrar los bandidos, que debían estar por aquel término de Castellfort. Las caballerías habían sido encontradas en el "barranco dels Fustes".

- Aquel mismo día, fueron conducidos los tres cadáveres a Morella. 

- El recaudador, persona muy apreciable y querida, era viudo con un hijo de cuatro años. 

- Los guardias eran del puesto de Villafranca. 

- El guardia Querol, el de Rosell, era soltero. 

- El Andrés Martí, hijo de Morella, era casado, tenía un hijo de un año de edad, se había prestado voluntariamente custodiar los caudales por otro compañero, por ver á su familia.

- El entierro, se verificó por la tarde y fue suntuoso. Asistieron los cleros de las tres parroquias y el clero de la arciprestal. Presidian el duelo el gobernador militar, alcalde primero, juez municipal y parientes de los desgraciados Doménech y Andrés.

- Los cadáveres eran llevados en hombros por soldados. Seguían muchísimas personas de la población, formando numerosísima concurrencia, a pesar de hallarse ausentes a causa del somatén, la mayoría de los jóvenes. 

- Contábanse, entre los asistentes las personas más importantes de Morella, también asistió el señor conde de Creixell. Iban también en los jefes y oficiales del batallón del Alba de Tormes, una compañía sin armas, y la música tocando marchas fúnebres. Las mujeres contemplaban la fúnebre comitiva desde las ventanas y balcones, manifestando con sus lágrimas sus patéticas manifestaciones el dolor general.

- El jefe de la guardia civil de Castellón ha llegado a aquella ciudad, y el señor Gisbert, juez del partido, sigue con actividad las diligencias. Toda la fuerza armada del distrito de Morella está en movimiento, y hay fundadas esperanzas de capturar los bandidos. 

- El somaten de los vecinos de Morella ha pernoctado, parte en el ermitorio de Vallivana y parte en la Llacoba. El cajón de la calderilla fue encontrado, en el barranco del Taráball, cerca de este último punto (la Llacoba).”

(Documento N.º 1, extracto del libro "Morella: guía del antiguo término."):

“Morella: guía del antiguo término”. Serafín Gamundí Carceller, Carlos Sangüesa Ortí, Juan-Bautista Gamundí Querol. Morella: Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, 1991. ISBN 84-7890-674-6.

EL CRIMEN DEL RACÓ. En la Dena dels Llivis tuvo lugar un triple asesinato cerca del Mas de Racó y de la Masía "Els Llivis". Según dice en el libro "Morella, Guía del antiguo término" se produjeron los siguientes eventos:

- "Antonio Doménech Guimerá, de 39 años, viudo, recaudador de contribuciones de la primera agrupación de este partido, que captaba los pueblos de Ares del Maestre, Vilafranca del Cid, Portell de Morella y Castellfort, salió de este último pueblo hacia Morella después de haber terminado el cobro, el día 22 de noviembre de 1882 por la mañana, llevando 13.700,87 pesetas, que era el recaudado.

- Para custodiar los fondos le acompañaban los guardias Antonio Andrés Martí, de 30 años, casado, natural de Morella y Querol Gabaldá, de 24 años, soltero, natural de Rosell y dos bagajeros con sendas caballerías.

- El tiempo era nublado y borrascoso, un viento frío les golpeaba la cara y les dificultaba la ida. Después de bajar la empinada y larga costa de Castellfort, atravesaron el desfiladero de la Giroveta, punto solitario (lugar donde algunos suponían que estaban los bandidos, que no llevaron a cabo el asesinato allí porque justo en esos instantes pasaban cerca unos leñadores de Cinctorres, que iban a hacer leña a los Carrascales, y al poco entraban en la ancha y poblada vega de los Llivis. Subieron después la costa que va por la parte sur de la loma de los Llivis, llegando pronto a los cuatro caminos. Como ahora tenían que bajar una pendiente, el recaudador bajó del caballo y siguió caminando con el guardia Andrés. No sospechaban que unos cuatrocientos metros más abajo, parapetados detrás de una pared se escondían dos bandidos que los habían elegido como a sus víctimas.

- Cuando Doménech y Andrés, que iban delante, llegaron al escondite de los asesinos, se sintieron dos disparos a la vez, y los dos morellanos cayeron heridos de muerte; se levantaron abrazados buscando apoyo mutuo, dieron unos pasos vacilantes y cayeron otra vez, el primero apoyándose en la pared contra la que quedó como si estuvieran durmiendo, y el otro siguió unos pasos quedando tendido boca abajo.

- Aún no había terminado esta breve y terrible escena, cuando uno de los bandidos que se supone llevaba una escopeta con dos cañones, se giró rápidamente hacia el guardia Querol, que iba detrás y le pega un disparo. Cayó con el cuerpo atravesado, pero se levantó con más vida que sus infortunados compañeros y poniéndose detrás de una de las paredes que cierran el camino, empezó una lucha desesperada retrocediendo hacia cuatro caminos. Un reguero de sangre marcaba sus pasos y cada vez que se detenía para disparar su fusil se formaba bajo sus pies un charco de sangre.

- Los bagajeros le seguían aterrorizados con las caballerías del cabestre y así deberían llegar los tres hasta cerca de una balsa que hay junto al camino. Los bandidos mientras corrían por detrás de la pared que les servía de parapeto, y viendo que Querol se les escapaba, uno de ellos se adelantó a través de un sembrado para rematar al heroico guardia civil.

- Los bagajeros no esperaron más; se consideraron perdidos y huyeron asustados hacia el Mas de Racó. El guardia intentó saltar la pared, pero le faltaron fuerzas y sólo logró dejar las piedras con su sangre. Pasó entonces al otro lado, siempre subiendo en retirada, y ya sin aliento se llegó a la pared y todavía disparó; pero sin poder sostenerse en pie cayó en medio del camino.

- En ese momento se presentó en el lugar el conductor de la correspondencia de Vilafranca. El guardia todavía se incorporó y le pidió que se llevara las caballerías con el dinero, pero un bandido estaba detrás de la pared y disparó a dicho conductor, quien al ver las siniestras intenciones del asesino y oírlo se herido en un brazo, huyó a través de los campos refugiándose en el Mas de Pitarch.

- No se sabe que pasó después, solo que el cuerpo sin vida del valiente Querol, tenía otra herida grave en el cuerpo, además de la que recibió al principio, que era mortal de necesidad, y en la cabeza tenía unas cuantas heridas que deberían hacérselas con la culata del fusil.

- Acabado el drama, los ladrones huyeron con las caballerías cargadas de dinero en dirección a los bosques de Campello o de Fusters, donde escondieron a los pequeños, rompieron el cajón del oro, se lo llevaron y dejaron las caballerías sueltas, desbotonando el dorsal y quitando la cabezada.

- Casi no se supo en Morella este hecho por haberlo denunciado los bagajeros, el sargento de la Guardia Civil Muñoz se fue con algunas parejas, y poco después lo hizo el Juzgado de Instrucción con el juez Rafael Gisbert Catalán al frente, así como el capitán de la Guardia Civil Cabeza, y algunas fuerzas del batallón de cazadores de Alba de Tormes.

- Al ordenar el juez el levantamiento de los cuerpos, dispuso dado cuando avanzada era la tarde, se trasladaron a la ermita de Sant Pere dels Llivis, donde se instaló la capilla ardiente, siendo muchísimas las personas que asistieron al velatorio.

- Al día siguiente del asesinato se movilizó un somatén compuesto de 400 hombres, una mitad del cual recorrió todo el barranco de Vallivana, y la otra mitad el barranco de los Fusters, pernoctando en Vallivana y en la Llacoba respectivamente, pero sin encontrar rastro de los bandidos.

- Por la tarde tuvo lugar el entierro de las víctimas. Nunca se había visto en Morella una manifestación de dolor tan espontánea e impresionante. Presidía el luto el gobernador militar, el alcalde primero, juez municipal y familiares de las víctimas. Seguían muchísimas personas de la población, jefes, oficiales, sargentos y tropa del batallón de la guarnición, cerrando el cortejo la banda de la citada unidad militar, interpretando marchas fúnebres.

- Al día siguiente siguió sin descanso la persecución. Se recuperó a los pequeños (525 pesetas) en el barranco de Fusters y se encontraron varias prendas que se supone pertenecían a los bandidos, pero ellos habían desaparecido.

- Parece que en un principio llegó a seguirse una pista de los autores de tan abominable crimen, al detener a un guarda forestal de apellido Mars; pero este sospechoso no aclaró nada porque se suicidó en prisión al poco de ser detenido, sin haber prestado declaración; no pudiendo llegar nunca al descubrimiento de los asesinos."

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

Serafín Gamundí Carceller, Carlos Sangüesa Ortí, Juan-Bautista Gamundí Querol (1991): “Morella: guía del antiguo término”. Morella: Conselleria de Cultura, Educació i Ciència, 1991. ISBN 84-7890-674-6.

- Crónica de Cataluña.

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: ESCENARIOS


Masía de La Llacoba.

Mas del Racó

Masada dels Llivis

Masía dels Fustes.

Morella.

Hostal "Venta del Puñal", Morella.

Hostal "Venta de la Vallivana", Morella.


"Ermitorio de la Vallivana", Morella.



"Ermitorio de la Vallivana", Morella.



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