domingo, 18 de junio de 2023

"LA VIDA DE DON JUAN DE AGUILÓ ROMEU DE CODINATS, NATURAL DEL CASTILLO DE PETRÉS".

GENTES, COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE VALENCIA:

Por: JUAN E. PRADES BEL, humanismo ("ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios).

(Sinopsis): RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…

(Temáticas): DATOS PARA LA HISTORIA DEL MUNICIPIO DE PETRÉS.

"AÑO 1808: LA VIDA DE DON JUAN DE AGUILÓ ROMEU DE CODINATS, NATURAL DEL CASTILLO DE PETRÉS". 

Escribe: JUAN EMILIO PRADES BEL.

INTRODUCCIÓ (Valencià): Joan Aguiló i Romeu de Codinats. Militar i poeta valençià del siglo XVI. Senyor de Petrés (Camp de Morvedre), estigué al servei de Carles V; Felip II el nomenà governador de la Plana, i, més tard (1556), batlle general de València. És autor d’un poema històric en català, avui perdut; s’ha conservat d’ell, un sonet en castellà, que va ser publicat a l’edició castellana de l'Orlando Furioso d’Ariosto (1556). Poc considerat per Zurita, Gil Polo, en canvi, l’inclogué entre els poetes elogiats al seu Canto del Turia (1564).

EXPOSICIÓN DOCUMENTAL: Documento del año 1808. Memorial literario o Biblioteca periódica de ciencias, literatura y artes. 20/2/1808, n.º 5. 

"VIDA DE DON JUAN DE AGUILÓ ROMEU DE CODINATS: Aunque Don Juan de Aguiló Romeu de Codinats no fue uno de los grandes Generales de su tiempo hizo cosas dignas por cierto de memoria, regando alguna vez con su sangre el campo de batalla y adquiriéndose otras la gloria, de intrépido Soldado y de prudente Capitán. Nació á quatro leguas de Valencia en el Castillo de Petrés, de que era Señor su padre el qual estaba casado con una hermana de los Condes de Oliva. Mostró Don Juan desde niño tener, como dice Martin de Viciana (Crónica, historia de Valencia), altos pensamientos, y probablemente haría grandes progresos en los estudios, dedicándose a la lectura de los antiguos libros militares, que empezaron desde entonces á inspirarle el deseo de seguir la carrera de las  armas.  

- Así luego que murió su padre, viéndose en edad no sujeta a la tutoría, determinó probar fortuna. Celebrábanse en aquella ocasión las fiestas consagradas al matrimonio de Carlos V. con Doña Isabel de Portugal y pareciéndole feliz presagio aquella celebridad, pasó á Sevilla para verlas, y entrar, como lo hizo á servir a los Reyes,  aunque no sabemos con que destino; más poco tardó en darse á conocer, pues cuando el Emperador volvió á entrar públicamente en aquella ciudad el año de 1529, mostró su valor y destreza en las justas que entonces se hicieron, y fué el primero que mantuvo en ellas la tela de la guerra, por lo qual el Emperador en las Cortes que celebró aquel mismo año en Monzón, le hizo Gentil hombre de su casa, y con esto hubo de acompañarle a Bolonia  quando fue a coronarse el año de 1580. Dispúsose luego la célebre jornada, á que asistió el César en persona, para reprimir la insolencia de Solimán, que se iba apoderando de la Ungría (Hungría) y defender a su hermano Don Fernando, ofreciéndosele con esto á Don Juan ocasión de acreditar su esfuerzo.

Efectivamente siguió al Cesar, deseoso de ganar gloria, y la adquirió no pequeña, en el famoso sitio de Buda, en el qual habiéndose dado asalto a la Ciudad por tres partes tuvo cargo del uno y más principal, según refiere Viciana: hallándose después y combatiendo valerosamente en el combate que el Rey Don Fernando ganó á los Turcos sobre el Danubio aunque con fuerzas desiguales. Alegre ya por haberse visto entre el fuego de enemigos dio la vuelta á Italia, y el año 1535 acompañó al César á la expedición de Túnez; portándose siempre con indecible valor é intrepidez, de lo qual fue buen testigo un arcabuzazo que recibió en una pierna en el cerco de la Goleta.

- Luego que esta y la ciudad de Túnez fueron tomadas á viva fuerza se volvió el Emperador á Roma y en su compañía Don Juan, que le asistió después en la guerra de Provenza, y se halló presentó á las vistas del Papa, del Emperador y del Rey de Francia en Niza. Murió después en Toledo la Emperatriz Doña Isabel, y debiendo ser conducido su cuerpo á la capilla Real de Granada, mereció Don Juan acompañarle de orden del César, siendo testigo del depósito que de él se hizo. De lo qual se infiere el gran aprecio que de él hacia el Emperador. No le hacia tanto la fortuna pues partiéndose de España para Flandes en busca del César, fue  preso por los franceses en Aviñón, socolor de usar de represalia porque les habían muerto los Imperiales á Rincón desertor Español, á quien ellos estimaban mucho. Ya se ve que no tenían ningún derecho para prender por esto á Don Juan, pues Rincón era traidor al César mancillando la nobleza de su sangre, y el Marques del Vasto, sabiendo que iba con una embaxada de Francia para Solimán, hizo que Pedro de Ibarra, Guipuzcoano, le saliese al encuentro en el Pó con una barca en que iban soldados de toda su satisfacción, y habiéndole cogido le dieron garrote. Querellándose, aunque sin razón, los Franceses por este hecho, que no fue más que el castigo de un vasallo rebelde y que favorecía las armas enemigas, y así luego que hubieron en sus manos á Don Juan trataron de vengar aquella supuesta injuria, teniéndole preso en Carceres de Provenza por espacio de siete meses , hasta que le dieron libertad á instancias del Papa Paulo III. Otra vez volvieron á prenderle el año de 1542, sobre Perpiñan quando vino el Delfín con intención de apoderarse de la plaza, pero entonces fue sin duda con las armas en la mano, y sin que les resultara por esto ninguna mengua. Tuviéronle preso hasta que el Delfín volvió de su expedición, que fue bien pronto, pues los Españoles le hicieron retirar con harta priesa y poca reputación, y con esto se dirigió á Pavía, en donde pudo reunirse con el Emperador. 

- Siguieron luego la guerra de Cleves, la recuperación de Gueldres, la guerra del Cambresi y la de Champaña, y á todas asistió Don Juan. Después sirvió en la guerra de Alemania, hallándose en el famoso pasage del Albis (I), el qual atravesaron nueve Españoles con las espadas en la boca, y desbarataron el puente de barcas que formaba el enemigo siendo el primero de los nueve Vicente Valladolid (2), paysano de Don Juan. Este no anduvo menos valiente peleando con gran valor en aquella refriega, en que quedaron rotos los enemigos , y preso el Duque de Saxonia que los acaudillaba.

- Este fue el último hecho de armas en que se vio Don Juan de Aguiló, y regresando á España obtuvo grandes puestos por premio de los servicios hechos en tantas y tan diferentes ocasiones. Como el Emperador, por tenerle siempre al lado conocía de lo que era capaz, no dudó en conferirle muchos cargos á un tiempo: así que reunió los de Virrey y Gobernador de Valencia, Gobernador de la Plana, Bayle General y Seqüestrador de Xérica, muriendo colmado de honores en edad avanzada según puede colegirse de lo que dice en el parage citado Martin de Viciana, el qual refiere extensamente, como premiaron su zelo infatigable por el servicio de la patria y del Rey el Emperador Carlos V y su hijo Felipe II.

- Fue Don Juan hombre de gentil disposición, de ánimo valiente, heredado de los ilustres Romeus que tuvieron parte en la conquista de Valencia por Don Jayme (3), y además de esto tenía entendimiento despejado y una imaginación muy acomodada á la poesía como lo prueba el siguiente soneto suyo, puesto baxo un retrato de Don Gerónimo de Urrea. (1) Véanse las historias de Carlos V. (a) Escolano t. r. l. 5. fol. 1135. (3) Beuter, Escolano.

- Poema de Don Juan de Aguiló Romeu de Codinats:

“Levanta tu cabeza, sacro Ibero,

Verás aquel de Urrea belicoso

De haber puesto en batallas glorioso

La vida por su Rey siempre, el primero.

¡O Ninfas de Saldivia, al nuestro Ibero

Aparejad el lauro victorioso.

Pues con su lira al Mincio, al Pó famoso,

Tiene llenos de envidia el nuevo Homero.

Venid á coronar de esta victoria

A quien pudo alcanzar tan alto grado,

Que no hay quien igualársele presuma.

A él solo se debe inmortal gloria.

Él es el que por obra ha confirmado,

Que no embotó jamás lanza la pluma”. 

- También compuso un poema histórico Lemosín, citado en las notas al canto del Turia (Diana Enamorada impresión de Sancha año 1778. pág. 361.) como manuscrito que existe inédito; pero nosotros no le hemos visto. El historiador Zurita en una carta á Don Antonio Agustín arzobispo de Tarragona, dice que Aguiló no sabía palabra de latín y poco castellano, y que era buen Caballera aficionado á medallas y libros de mano sin entendellos. Nosotros, aunque Zurita era coetáneo suyo, no nos atrevemos á seguir su parecer, pues quien hace un soneto como el de arriba, y escribe un poema que ha merecido la aprobación de los que le alaban como buen Poeta, precisamente entendía bien el castellano, y tenía instrucción, aunque no supiese latín (I). (I) Gaspar Gil Polo en el Canto del Turia. (2) Habla el Turia.

Poema de Don Juan de Aguiló Romeu de Codinats:

“Con sus héroes el gran pueblo Romano

No estuvo tan soberbio y poderoso,

Quanto ha de estar (2) mi fértil suelo ufano,

Quando el magno Aguilón me hará dichoso.

Que en guerra y paz consejo soberano,

Verso sutil y esfuerzo valeroso

Le han de encumbrar en el supremo estado

Donde Marón ni Fabio no han llegado". 

ADDENDA: ADICIONES Y COMPLEMENTOS SOBRE LAS TEMÁTICAS Y MOTIVOS REFERIDOS EN EL ARTÍCULO. (POR JUAN EMILIO PRADES):

BIBLIOGRAFIA, WEBGRAFÍA Y FUENTES DOCUMENTALES:

- Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reyno, 1564. Rafael Martí de Viciana (Burriana, (Castellón ); 1502-1584).

- Memorial literario o Biblioteca periódica de ciencias, literatura y artes. 20/2/1808, n.º 5.

ARCHIVO FOTO-IMAGEN: "RUINAS DEL PALACIO DEL AGUILÓ EN PETRÉS".









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