GENTES,
COSTUMBRES, TRADICIONES, HISTORIAS, PATRIMONIOS Y PAISAJES DE LA PROVINCIA DE
CASTELLÓN:
Por: JUAN E. PRADES BEL. Proyecto: "ESPIGOLANT CULTURA": Taller de historia, memorias y patrimonios.
(Sinopsis):
RECORDAR TAMBIÉN ES VIVIR…
(Temáticas):
DATOS PARA LA HISTORIA DEL MUNICIPIO DE TIRIG (CASTELLÓN).
"MISCELANIA-I, DOCUMENTOS Y NOTICIAS SOBRE EL MUNICIPIO DE TIRIG EN EL AÑO 1822, DENTRO DEL TRIENIO
LIBERAL 1820-1823 Y LA GUERRA REALISTA (1822-1823), FACCIONES, DRAMAS, VIDAS Y HECHOS DE HACE 200 AÑOS".
Escribe:
JUAN EMILIO PRADES BEL.
INTRODUCCIÓN:
En los siguientes textos, trato de mostrar datos históricos antiguos,
relacionados con el municipio de Tirig (Castellón), extraídos de mi archivo
“Memorias Históricas de 135 municipios de la provincia de Castellón”, para
conformar un artículo de carácter misceláneo cultural, solo
con noticias reales del año 1822, las cuales todas fueron publicadas en forma de artículos o cartas oficiales en la prensa escrita de tirada nacional. Estas noticias
son parte de las vidas pasadas (in memoriam) y de las historias, leyendas y memorias de los vecinos de Tirig.
EXPOSICIÓN ARGUMENTAL, LA GUERRA REALISTA, SUCESOS DE TIRIG DEL AÑO 1822:
LA REVOLUCIÓN
DE 1820, ES LA CONSECUENCIA DE LA GUERRA REALISTA, DE 1822 A 1823. La Guerra Realista fue un conflicto armado (1820-1823) que se
vivió en España con el propósito de restablecer el poder absoluto del
rey Fernando VII por parte de sus seguidores los realistas (medio país). Los precedentes a los hechos se
remontan al año 1820 cuando un pronunciamiento dio inicio al llamado Trienio Liberal,
durante el cual se restablecieron la Constitución y los decretos de Cádiz, decretándose
una nueva desamortización y el estado de nuevo embargó bienes y propiedades de la iglesia católica (pasaron
al Estado y fueron vendidos en pública subasta). Los liberales se dividieron en moderados y en exaltados, y
durante ese tiempo el rey Fernando VII, que aparentaba acatar el
régimen constitucional, no dejó de conspirar para restablecer el absolutismo,
lo que se logró tras la intervención en su ayuda del ejército francés de los Cien Mil Hijos
de San Luis en 1823. Las secuencias, de la Guerra entre los partidarios Realistas
y los Constitucionales Liberales, se sucedieron gradualmente, de 1820 hasta la
primavera de 1822 fueron revueltas civiles, ampliándose la extensión de las
acciones tal como crecía el número de partidas realistas, y a partir del inicio de 1822 hasta
el 30 de septiembre de 1823 durante el último
año y medio del Trienio Liberal, fue una
cruenta guerra civil abierta a todo el territorio. En una primera fase las fuerzas realistas fueron
derrotadas viéndose obligadas a refugiarse en Francia (o en Portugal). La
guerra dio el vuelco definitivo a favor de los realistas cuando el 7 de abril
de 1823 comenzó la invasión del ejército francés de los Cien Mil Hijos de San
Luis que contó con el apoyo de tropas realistas españolas reorganizadas en
Francia y de las partidas realistas que habían conseguido sobrevivir a la
ofensiva constitucionalista. El 30 de septiembre de 1823 el gobierno liberal fue vencido y el rey Fernando VII restablecido con plenos poderes reales y al día siguiente abolía la Constitución
de 1812 y restauraba de nuevo el “absolutismo” (sistema
de gobierno absoluto).
EXPOSICIÓN
DOCUMENTAL:
COMBATE DE TÍRIG, JULIO 1822. El
Universal (Madrid. 1820). 26/7/1822, n.º 207, página 2. Castellón
de la Plana, 16 de Julio de 1822. El señor comandante general de esta provincia, barón
de Andilla, ha recibido el parte que sigue del teniente del regimiento Infantería
de Málaga Don Liborio Igea, comandante de la partida volante, compuesta de
algunos soldados del mismo regimiento, de parte de la milicia nacional de ambas
armas de esta capital y de varios individuos del resguardo militar, con fecha
de ayer desde Tírig: «Habiendo emprendido esta mañana la marcha con dirección a
Tirig (corno manifesté V. S. en mi último parte desde las Cuevas), al llegar a
sus inmediaciones nos dio noticia un paisano se hallaban en el pueblo el fraile
Cortés con 14 facciosos, previniéndome tenían un vigilante en la torre.
Inmediatamente dirigí la tropa en tres columnas, una de infantería por la
derecha, otra de caballería por la izquierda, y yo con el resto de la infantería
y caballería por el camino que viene de las Cuevas a dicho Tirig. Al llegar a
su inmediación disparó el vigilante de la torre, y mandando avanzar a todo escape
a la caballería por el pueblo, sostenida por la guerrilla de infantería,
tuvieron la gloria de acuchillar a los facciosos, consiguiendo haber muerto
nueve, entre ellos al ex fraile Cortés (que en paz descanse), dos prisioneros,
el uno pasado por el cuerpo de un balazo, varios fusiles, las raciones de pan que
acababan de tomar, y corto equipaje de mantas, morrales y cananas. “Por nuestra
parte no hemos tenido más desgracia que un caballo herido en una mano de un bayonetazo,
de un dependiente del resguardo militar. El recomendar a V. S. algún individuo
particularmente, seria faltar a la justicia, puesto que tanto los individuos de caballería é infantería de la milicia nacional
local de esta capital, como los de igual arma del resguardo militar y los de mí
regimiento de Málaga, han llenado sus deberes a mi satisfacción. Todo lo que
pongo en conocimiento de V. S., á fin de que si tiene a bien lo eleve á la
superioridad. "
CLAVES DE LOS ALZAMIENTOS DEL AÑO 1822 CONTRA EL GOBIERNO
LIBERAL CONSTITUCIONAL DEL REINO DE ESPAÑA. El
Universal (Madrid. 1820). 31/7/1822, n.º 212, página 3. Castellón
de la Plana 25 de Julio. La calamidad que aflige a algunas de las provincias vecinas
ha amenazado también a la nuestra; pero la vigilancia de las autoridades, la
sensatez de la inmensa mayoría de los habitantes, nos han preservado de esta
plaga asoladora. Los medios de que se valen aquí los enemigos de la libertad
para seducir al incauto pueblo son los mismos que emplean en todas partes. Con
el santo nombre de la religión quieren santificar hombres, que nada tienen de religiosos,
sus miras ambiciosas y sus intereses mundanos; y los que debieran corregir este
abuso y levantarla voz para que los falsos ministros de la religión no seduzcan
al incauto pueblo, ó los animan con sus consejos, ó a lo menos con su criminal
silencio. Nuestro jefe político, persuadido de que los ministros de la religión
bastarían solos para remediar los males que nos afligen si cumplieran con los
deberes de su santo ministerio, ha dirigido la siguiente invitación al gobernador
de la mitra de Tortosa: «Ilustrísimo. Señor: Hace poco menos de dos meses que vino
de esa provincia a esta un traidor a la patria, llamado José Rambla, a
contaminar varios pueblos de ella y a seducir con infames persuasiones a muchos
de sus pacíficos y sencillos habitantes, á fin de que unidos á otros cuantos
que traía ya alucinados fuesen instrumentos desgraciados de sus depravadas
intenciones. Vino en efecto, y sedujo y corrompió a una porción de incautos de Benicarló,
Cálíg, La Jana, Chert, Morella y de otros varios pueblos que se unieron a él
antes de ocupar este último punto.
«Tan
luego como tuve noticias de semejante prostitución, tomé las medidas que creí convenientes
para atajar sus progresos y castigar a los que hubiesen sido causa de ella; y a
este fin luce las prevenciones que creí oportunas á los alcaldes y
ayuntamientos, especialmente de los pueblos que componen los partidos de Peñíscola
y Morella: más teniendo presente que la ley de 17 de abril del año próximo
pasado, deja campo a la benignidad en medio de las justas cuanto terribles penas
que impone a los conspiradores y facciosos, publiqué un bando de indulto en 30
de mayo último para aquellos, que habiendo pasado el primer momento de ilusión,
se hubiesen arrepentido de su error y quisiesen volver a sus bogares a vivir
con paz y como honrados ciudadanos, sin reincidir jamás en un crimen tan atroz.
Prometime, un buen resultado de esta medida, dictada con arreglo a la ley , a la
par que propia de mis sentimientos, y esperé con confianza que Rambla fuese
abandonado de todos los jóvenes que de esta provincia habían tomado parle en
sus inicuos proyectos. ¡Mas cuál fue mi dolor al ver frustradas mis esperanzas
, porque en el espacio de más de ocho días no había producido efecto alguno el indulto
concedido !. Solo puede calcularlo el que conozca lo sensible que es para una autoridad
el haber de desplegar todo el lleno de sus facultades, y el haber de someter al
rigor de las leyes a los que traidoramente se separan de ellas y las vulneran
tan escandalosamente. Hubo necesidad de apelar al medio de la fuerza, y esta
ejerció sus funciones en los días 8 y 10 de junio en que fueron atacados los
facciosos en Morella e inmediaciones del
pueblo de Tirig, De aquí resultaron muertes, heridas y prisiones, que también
producirán lo primero, porque la ley condena expresamente a los que por tal delito
sean cogidos con las armas en la mano , o bien sin ellas estando unidos a los
facciosos, o sean presos huyendo de las tropas que los persiguen; y de aquí es
también el resultado de una porción de desgracias, por las qué quedan
abandonadas al luto y a la orfandad otras tantas familias cuantos son los
fascinados.
“Tan amarga lección parece que debiera haber
servido de escarmiento a otros, que más tímidos no siguieron el impulso de los
primeros; más ni de una parle la benignidad, ni de la otra el rigor, han sido
suficientes á contener la criminal conducta de muchos qué obcecados del mismo
modo, y desoyendo la voz de la primera autoridad de la provincia dirigida en
diferentes ocasiones, se han desertado de sus pueblos para reunirse a los traidores
Rambla, Cortes y Cherta. «Bien fácil es
de inferir que las persuasiones del primero y tercero de estos personajes no
pueden tenerla; influencia necesaria para alucinar de tal modo a sus
prosélitos; pues que, ni por la superioridad de sus luces y conocimientos, ni
por sus costumbres, que siempre fueron corrompidas, podían inspirarles
confianza, ni ofrecerles garantías de tal especie, que les asegurase un camino
ventajoso en su suerte. El mal proviene de otra parte, ilustrísimo señor, y no
creo que se oculte a la penetración de V.S.I., que la guerra que hacen los facciosos
no lo es de partido, y sí de un fanatismo el más cruel y perjudicial que puede
Imaginarse, por cuanto escriba en la base más sagrada en todas las naciones,
que es la religión; y así como reconocemos que la nuestra es la verdadera, la única
y sola, porque emana del mismo Jesucristo, así también tiene mucha más
influencia que en ninguna otra, donde no se profese tan religiosamente, cualquiera
idea de ella que se sugiera por los que
con toda hipocresía, y haciendo de ella el instrumento de sus siniestras
intenciones, procuran arrastrar a tanto miserable a un fin que la misma
condena.
«Sabido
es ya por todos, ilustrísimo señor, que esta guerra y tantos males, los
provocan varios ministros del altar, que habiéndose separado de la senda que
por su carácter debían seguir, y desentendiéndose de la paz y mansedumbre que
debieran predicar a los cristianos en todos tiempos, según el espíritu del
evangelio. Intentan por el contrario sumirnos en los horrores y desastres de
una guerra civil. Por lo tanto, y no habiendo carecido Rambla de acompañados, indignos
de aquella clase, perteneciendo a ella el mismo Cortés, y no estando acaso distante
Cherta de tener alguno a su lado, ¿como podré dejar de afirmarlo yo también?, ¿
Y son esos por ventura los ministros de un Dios de paz y los fieles observadores
de la doctrina de Jesucristo, a quienes confirió el cargo de trasmitirla a los
demás por los medios más suaves, más dulces y más propios de la divina bondad
con que él vino al mundo a enseñarla?. No lo son seguramente, ¡lustrísimo señor:
son verdaderos lobos que tratan de destruir el rebaño que se confió a su
cuidado en cuanto a su conservación moral. Ellos por lo mismo, y prescindiendo
de la traición que se hace a las leyes en el solo hecho de la rebelión a que los
inducen, son la causa de que el hombre honrado desampare a su familia, se una a
un tigre y aprenda los medios violentos de robar, de asesinar y de entregarse á
los vicios más horrendos, y que jamás conoció; antes bien le estremecían si se
los contaban de otros. ¿Y con qué objeto? Con el de defender, dicen, la
religión santa que ellos solos profanan. Dispénseme V. S. I. que me exprese con
esta propiedad, efecto del justo sentimiento que me han ocasionado los extravíos
de Infinitos que han sido sacrificados por las infames miras de aquellos. “Dejémoslos,
pues, abandonados a su error y á su crimen , y pasemos a examinar la conducta
de los eclesiásticos, que al frente de las parroquias de los pueblos de donde
han salido hombres a aumentar las gavillas de los facciosos, no tengo noticia
do que hayan dirigido la voz a sus feligreses pura hacerles conocer el crimen a
que se encaminaban los ilusos, ni a estos el silbido con que los pastores saben
hacer volver al rebañó las ovejas descarriadas. De Benicarló han salido muy
cerca de veinte individuos, han vuelto algunos, a consecuencia de los indultos
concedidos; más hasta ahora no he recibido noticia de que sus párrocos les hayan
hecho pública ni privadamente las amonestaciones correspondientes para hacerles
sentir el delito que habían cometido, y para reducirlos a que jamás
reincidiesen en lo futuro; amonestaciones que hubieran sido al mismo tiempo muy
saludables para que otros no se dejen seducir ni alucinar por los enemigos de
la tranquilidad pública. Aún, más escandaloso es lo que ha sucedido en la villa
de Alcalá de Chivert. Por tres veces distintas han salido pelotones de hombres
á unirse con los facciosos. El perjuro Cortés sedujo a los primeros, y cuando
desde este momento debieran haberse dedicado sus párrocos y cuantos ministros hay
allí del altar a llamar a los extraviados, prevenir a los que lo fueron
después, y hacer conocer a todos cual es la recta senda que deben seguir,
observo con dolor que tan lejos de haberse hecho así , acaso se los ha animado
a proceder del modo que dejo referido; pues que el resultado, y el no habérseme
dado conocimiento de que han obrado en los términos insinuados, así lo
acredita.
“En
vano se fatigan en tales circunstancias las autoridades políticas y civiles en
la conservación del orden. Si a los que tan abiertamente le han atacado é
Interrumpido , se les ha imbuido la idea de que de este modo hacen un servicio
a la religión; en vano, repito, se afanaran las autoridades en dar reglas precauciona-les
para evitar el desorden y las facciones. ¿Qué remedio escoger en semejante caso,
á fin de sustraer de la ignominia y del crimen a tanto incauto? Interpelo a la
conciencia de V. S. I., Uno solo basta para conseguir un objeto tan justo. V.
S. I. lo tiene en su mano, y haciendo uso de él, y aplicándolo oportunamente,
se restablecerá la tranquilidad pública, y cesarán los males que experimentamos.
¿ Podrá V. S. I., mirarlo con indiferencia? No lo puedo creer. “Partiendo, pues, de que el principio que dejo
demostrado, es el origen del mal, exija V. S. I. la responsabilidad a los
párrocos y demás sacerdotes existentes en los pueblos que dejo apuntados.
Hágales V. S. I., conocer cuáles son sus deberes, puesto que el de V. S. I., es
el da velar incesantemente sobre la conducta de sus gobernados: oblígueles a
que manifiesten en el pulpito las ventajas del sistema constitucional, el cual
nos ha de reportar por todos títulos la felicidad de que por tanto tiempo ha
carecido la nación española. Exíjales V. S. I. el cumplimiento de la real orden
de 22 de abril de 1820, y que den públicos testimonios de qué si no aman, se
conforman como deben con las actuales instituciones que el mismo rey ha jurado
y sancionado solemnemente a la faz de la nación. Mándelos V. S. I. que los den
también de que aman a sus semejantes, exhortándolos a vivir en paz y con honradez
, alejándolos por consiguiente de todo crimen. Esto es lo que toca á V. S. I.,
y lo que le ruega encarecidamente haga quien pide a Dios conserve su vida
muchos años. Castellón 23 de julio de 1822. D. M.- I. S. gobernador de la
mitra de Tortosa.”
BATALLA DE TÍRIG DE 1822. 2/11/1822.
El Universal (Madrid. 1820). 2/11/1822, n.º 306, página 4.—Comandancia general
del octavo distrito militar. Acabo de recibir del brigadier D. Francisco
Serrano, comandante de la provincia de Castellón, un parte reducido a lo siguiente.—“Marchando
él mismo en la madrugada de anteayer con
parte de la columna móvil, desde san Mateo a Tirig, encontró a las siete de la
misma en la balsa del camino de dicho pueblo 250 facciosos de infantería y de 15
a 20 caballos, capitaneados por los cabecillas Miralles y Valles, y parapetados
en un barranco inmediato a la expresada balsa. Las guerrillas nuestras al mando
del teniente D. Antonio Carruana y del alférez de caballería de España D.
Bernardo Fernández, apenas divisaron la canalla la atacaron con denuedo, el
resto aceleró la marcha avanzando la caballería por disposición del comandante
de la columna á la Infantería que estaba en marcha: este se pone a la cabeza de
aquella y logra cargar a los infames en el olivar con tanta oportunidad y con
tanto arrojo y decisión, que la derrota fue muy rápida y se obtuvo antes de que
pudiesen ganar la sierra. Las ventajas de la victoria fueron la muerte de un
cabecilla y de 79 de su infernal mando, y la sangre que aun humedece las
veredas de la fuga, la aprehensión de un sin número de armas, tres cajas de
guerra, y la correspondencia toda de los cabecillas. Nuestra pérdida ha
consistido en la muerte de dos soldados de caballería de España acaecida al
principio de la acción, un cabo herido y un caballo muerto.
—También avisa el expresado
comandante, que el coronel D. Salvador Díaz Berrio ha cogido cinco caballos a
otros facciosos, que estando en una casa cercó sin poder conseguir el
aprehenderlos por haberse ocultado y fugado. Todo lo que me apresuro á
comunicar al público para su satisfacción y la de los valientes que han hecho
brillar así la causa de la libertad, llenando de espanto á los miserables y
enseñándoles la debilidad, aun de sus esperanzas, sino desisten de sus errores.
Valencia 27 de octubre de 1822. — José de Castellar.
BATALLA DE TÍRIG DE 1822. 12/11/1822.
Diario noticioso de la ciudad de Sevilla. 12/11/1822, página 2. Villareal
(Castellón), 28. Al
amanecer del 25 fueron derrotados los facciosos sobre Tirig, quedando en el
campo 80 muertos, entre ellos uno de los cabecillas que aseguran ser Miralles.
El capitán Carrúana se ha distinguido en esta acción atacando con su partida y
á la bayoneta á la canalla. La partida de caballería de España también hizo una
carga brillante.
ARCHIVO:
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Tirig, panorámica aérea. |
|
Panorámica aérea de la bassa de abeurar. |